Exú de
Umbanda actúa en la
Kimbanda, y eso no quiere decir que él en Umbanda haga el bien y en Kimbanda realice el mal. Los planos opuestos también son coordinados por un sistema jerárquico estricto, según la evolución de cada uno de ellos. Para algunos seres, el bien y el mal puede llegar a ser relativo dado su nivel de conciencia, en cambio para otros, el margen de maniobra moral se reduce según el nivel espiritual adquirido y las tareas que lo ligan o comprometen con los principios religiosos umbandistas, como es nuestro caso.
Digamos que, según nuestra visión de la creación y el universo, creemos en un sistema ordenado que responde a leyes naturales que aseguran que este no se convierta nuevamente en una existencia caótica. Los desbordes y las violaciones de estas leyes, tanto arriba como abajo, tienen su merecida sanción, con el fin de que esa Entidad humana o espiritual que lo cometió, logre ser corregida, teniendo en cuenta que el mal es transitorio, el bien es eterno e infinito.
De ellas hemos aprendido que el exu es el responsable por la energía natural y la magia natural, controlando los procesos de agregación y desagregación de la materia, por tal motivo, los ancestros que trabajan en la vibración de exu , tienen la responsabilidad por los eventos de la vida y la muerte, encarne y desencarne. Por ello no deben extrañar algunos lugares de comando vibratorio que le son asignados a alguno de ellos: cementerio en sus variados lugares, almas, kalunga, catatumbas y así por delante, portales que seguramente los Exus se encargan de vigilar para controlar el tránsito entre los planos superiores e inferiores, por poner algunos ejemplos.
Pues bien, en la concepción original del término Exú, no esta asociada a una Entidad Espiritual (egun), él es entendido como un principio vibratorio, que obligatoriamente participa de toda la existencia. Es una fuerza que impone equilibrio.