En un mundo que constantemente nos empuja a acumular más, trabajar sin descanso y preocuparnos por lo que vendrá, la sabiduría del filósofo chino Ling Yu Tang nos invita a detenernos y reflexionar sobre lo que realmente importa en la vida. Sus palabras son un recordatorio poderoso de que la felicidad no se encuentra en lo material, sino en aprender a vivir con plenitud, sin expectativas desmedidas y valorando cada momento. A continuación, exploraremos algunas de sus enseñanzas más profundas y cómo aplicarlas en nuestro día a día.
Palabras del Filósofo Chino Ling Yu Tang
-Tu ya no tienes muchos años para vivir, y además no podrás llevarte nada cuando te vayas, por lo cual debes ser ahorrativo pero sin sacrificar tu bienestar.
-Gasta el dinero que deba ser gastado, disfruta lo que deba ser disfrutado, y dona lo que te sea posible.
-No te preocupes por lo que pasará cuando te hayas ido, porque cuando te vuelvas polvo, no sentirás si te alaban o te critican, si te visitan al cementerio o te olvidan.
-El tiempo para disfrutar la vida, es este momento y los bienes que tan difícilmente ganaste debes gozarlos.
-No te preocupes mucho por tus hijos, porque ellos tendrán su propio destino y encontrarán su propio camino.
-La vida debe tener más cosas que trabajar desde la cuna hasta la tumba.
-Despiértate diariamente a disfrutar un día más de vida sin peleas con nadie ni rencores.
-No esperes mucho de tus hijos.
-Los hijos aunque se preocupen por sus padres, también estarán continuamente ocupados con sus trabajos, sus compromisos y con su propia vida.
-Muchos hijos que no se preocupan de sus padres, pelearán por sus bienes aún cuando todavía estén vivos, y desearán que pronto dejen esta vida para poder heredar sus propiedades y riqueza.
-No intercambies tu salud por riqueza trabajando en exceso, ya que estarás cavando tu temprana sepultura.
-De mil hectáreas sembradas de arroz, sólo puedes consumir 1/2 taza diaria, y de mil mansiones, sólo necesitas un espacio de 8 metros cuadrados para descansar en las noches, así que si tienes alimento y algo de dinero para tus necesidades, no necesitas más.
-Trata de vivir feliz, pues solo tienes una vida.
-No te compares con otros midiendo tu fama, tu dinero ó tu status social, ó ufanandote por ver los hijos de quién tienen más éxito, y en lugar de éso, reta a tus hijos a que logren felicidad, salud, gozo, y calidad de vida.
-Acepta las cosas que no puedes cambiar, pues si te preocupas demasiado, puedes estropear tu salud.
----Crea tu propio bienestar y encuentra tu propia felicidad, haciendo cosas que te diviertan y alegren diariamente.
-Teniendo buen ánimo, la enfermedad se curará, pero teniendo un espíritu alegre, la enfermedad se curará más rápido, ó nunca se acercará.
-Con buen carácter, adecuado ejercicio, alimentos sanos, y un consumo razonable de vitaminas y minerales, tendrás vida saludable y placentera.
-Pero sobre todo, aprende a apreciar la bondad en todo, en la familia y amigos, pues ellos te harán sentir joven, reviviendo los buenos momentos, y los pasajes interesantes de tu vida.
-Dicen que, en la vida quien pierde el techo, gana las estrellas y así es.
-El tiempo y las oportunidades son como el agua de un río, que nunca podrás tocarla dos veces, porque ya pasó y nunca pasará de nuevo.
-Aprovecha cada minuto de tu vida y no rechaces las oportunidades de conocer el mundo y disfrutar las cosas buenas de la vida, pues es posible que nunca se te vuelvan a presentar.
-Nunca te fijes en la apariencia, porque ésta cambia con el tiempo.
-Busca si lo deseas, a alguien que te valore como persona, y si no la hallas, disfruta tu soledad que es mucho mejor que una mala compañía.
-Cree en Dios, cualquiera que sea el concepto que tengas de él, y trata de gozar la vida que es muy corta, disfrutando la familia y los amigos, pues te irás tarde ó temprano de este mundo, y nadie te dará las gracias.
-Que la salud y el bienestar te acompañen siempre.
Conclusión
Las enseñanzas de Ling Yu Tang son un llamado a vivir con sabiduría, amor propio y gratitud. Nos recuerda que la vida es breve y que debemos aprovechar cada oportunidad para ser felices, disfrutar lo que tenemos y rodearnos de quienes nos hacen sentir bien. No se trata de acumular más, sino de valorar lo esencial: nuestra salud, nuestras relaciones y nuestra paz interior. La vida es un regalo y, como el agua de un río, cada momento es irrepetible. Aprovechémosla al máximo y recordemos siempre que lo más importante es vivir con bienestar, alegría y plenitud.