Qué es la noche oscura del alma; una oportunidad para renacer.
Es un período difícil de la vida espiritual. Un camino de búsqueda de sentido que se da al interior de cada uno. De esa transformación, surge un ser renovado.
Casi todas las personas experimentamos, alguna vez, un período en que la vida deja de tener sentido o se vuelve un infierno. Este lapso puede tener origen en un acontecimiento externo como una muerte, la pérdida de un trabajo, el fin de un amor, una enfermedad o cualquier otro hecho inesperado que nos deja sin certezas.
Para otros, el inicio de este tiempo empieza por una crisis interna, pero es igual de desesperante. Todo está bien en el afuera, pero ya no podemos disfrutarlo ni ser felices. Las personas a nuestro alrededor empiezan a parecer extraños, nos alejamos de los amigos, no nos sentimos parte, preferimos la soledad. Dejamos de disfrutar lo de siempre. Creemos que la vida tiene que ser algo más y sufrimos. Nos preguntamos qué estamos haciendo mal o que hicimos para merecer esto. Lloramos, nos enojamos, y si podemos, seguimos nuestras rutinas cargando el peso de la tristeza en nuestras espaldas, con el tanque de reserva energético que nos sostiene apenas, y vamos caminando como fantasmas, como muertos en vida, quizás.
No hay nada que podamos hacer cuando este tiempo se nos impone, solo adentrarnos con valentía y con fe en el proceso de transformación.
No tenemos más opción que recorrer este camino incierto que nos propone o nos impone el alma. Se precipita ante nosotros un nuevo destino que, sepámoslo o no, nos ofrece ir a una vida más plena, más coherente y honesta con quien somos en verdad y por mucho tiempo hemos negado. Al final del recorrido, nos damos cuenta de que muertos en vida, estábamos antes y que el sin sentido era aquello que quedó en el pasado.
Este proceso por el cual pasamos muchos de nosotros se llama "la noche oscura del alma". Está descripto en cuentos, películas, escrituras sagradas de todas las religiones y por supuesto, explicado en el lenguaje de esta época por psicólogos, maestros y otros sabios.
“Una noche oscura del alma es oscura porque no tenemos garantías de que lo que está ocurriendo tenga sentido y en última instancia sea beneficioso. El ser despojado de nuestro mundo tal cual lo conocíamos significa tener la oportunidad de emprender una nueva vida distinta. No podemos renovarla si no salimos de los esquemas vigentes".
Nos sentimos incapaces, nuestras certezas desaparecen, las herramientas que teníamos ya no funcionan y nos sentimos desnudos y vulnerables frente al mundo.
En este estado buscamos desesperados dónde hacer pie, pero estos intentos nos frustran aún más porque es tiempo de ir hacia adentro, de dejarse desintegrar y cuanto más nos resistimos, con más fuerza nos enfrenta la vida al cambio. ¿DUELE? Sí, pero este dolor es otra ratificación de que aunque estamos sintiéndonos mal, lo estamos haciendo bien.
El mismo Jung lo afirmó siempre: “No existe una toma de conciencia sin dolor. La gente hará cualquier cosa, no importa lo absurdo que sea, para evitar enfrentarse a su propia alma”.
La desesperanza y la apatía son indicadores de este proceso.
La salida es hacia adentro.
Muchos lo viven como castigo, pero en realidad es una oportunidad de crear una vida mejor. Saber que estamos atravesando una parte de nuestro camino del héroe, que muchos otros también han transitado y que termina bien, puede cambiar la manera en que hagamos este descenso hacia la verdad de nosotros mismos. Es un tiempo y tiene fin. No estaremos así para siempre.
"Es precisamente porque nos resistimos a la oscuridad en nosotros mismos que nos perdemos de lo más profundo de la belleza, el brillo, la creatividad y la alegría que se encuentran en nuestra esencia".
La oscuridad no es lo malo en nosotros, es aquello que aún no está iluminado, las otras partes que nos constituyen y que no podíamos ver. Siempre han estado ahí pulsando por emerger y por ayudarnos a sentirnos más completos. Ahora es el momento.
Alguno de los síntomas:
#Apatía: la vida en general se queda sin sentido. No encontramos placer en nada. No podemos disfrutar ni de lo cotidiano ni de los logros más esperados. ¿Volveremos a sentir alegría alguna vez?
#Soledad: a pesar de estar rodeado de personas que siempre nos quisieron y sabemos incondicionales, el sentimiento de soledad y de estar solo en la batalla, es inevitable. El proceso es tan profundo que a veces ni siquiera se puede contar con palabras.
#Negación del presente: surge una necesidad imperiosa de volver al pasado, en un tiempo y espacio en el que supuestamente estábamos mejor.
#Necesidad de huida: intentos desesperados para salir de estas emociones.
#Desconcierto: no se sabe qué camino seguir.
#Desesperanza: imposibilidad de ver el futuro como algo mejor.
Es un cuadro difícil de contar, no se puede explicar lo que se siente.
El regreso
Regresar a la vida normal después de una noche oscura del alma, muchas veces no es tan sencillo como uno imagina. Uno ha cambiado. La gente se pregunta por qué ha ocurrido. Y podemos exponerlo de la siguiente forma hacia los demás:
“Vivo una experiencia muy poderosa. Me siento distinto. Tal vez sea como un extraño. No quiero distanciarme de ustedes, pero ya no soy el mismo'''. Estas simples palabras son más potentes que cualquier disculpa, evasiva o explicación a medias.
Uno no completa su transformación hasta que no regresa a las relaciones. Que esto suceda debe dar una señal a los otros de que la "noche oscura" terminó y que la persona ha regresado. “Diferente pero está de nuevo, otra vez”.
No hay nada que podamos hacer cuando este tiempo se nos impone, solo adentrarnos con valentía y con fé en el proceso de transformación. Es el fin de una identidad. Es la posibilidad de una nueva vida.
¿Y si alguien que nos importa, que amamos y que quisiéramos ayudar está atravesando este tiempo? No hay nada que podamos hacer por él, solo esperar a que su proceso termine.
Como dicen el I Ching: "Es tiempo de atravesar las grandes aguas”, y ese nado es vivirlo en forma individual.
No existe una toma de consciencia sin dolor, la gente hará cualquier cosa no importa lo absurdo que sea, para evitar enfrentarse a su propia alma...
Carl G. Jung.
"SEA LO QUE SEA... LO QUE EL MOMENTO PRESENTE CONTENGA, ACÉPTALO COMO SI TÚ LO HUBIERAS ELEGIDO".
ECKHART TOLLE
¿Qué significa ser consumido por la oscuridad?
Por: Frater Satvrnus
“¿Qué significa vivir? Vivir, esto significa: derribar continuamente algo de uno mismo que quiere morir; vivir, esto significa: ser cruel e implacable contra todo lo que se vuelve débil contra nosotros.”
- Friedrich Nietzsche
Primero habría que entender que la oscuridad de la cuál se habla en un sendero izquierdo, es una oscuridad que abraza tanto cuestiones psíquicas como metafísicas, porque no solo hablamos en un sentido figurativo sino también simbólico.
El hombre, como un animal social y un ser de costumbre, requiere de actos que le permitan romper y sacudirse de esa inercia e indiferencia que lo mantiene aletargado y perezoso: el hombre que no piensa, que no razona, que se deja llevar por sus impulsos y por aquello que le llama destino, no es más que una víctima de su indiferencia y un esclavo de sus emociones.
Precisamente el conflicto, el caos, la noche y la oscuridad, forman parte del camino transitorio que requiere la persona para poder moverse de un estado a otro; desde luego que esta incomoda, es áspero y difícil, sin embargo eventualmente llegaremos a eso lo busquemos o no, pero enorme es la diferencia cuando lo despertamos a cuando simplemente nos dejamos ser.
Dado que todo se mueve aún y en la pereza y en la incertidumbre, tomar el control para romper esa quietud y pasividad es parte fundamental en la vida de un iniciado, de un individuo que ha despertado su consciencia y entiende la enorme responsabilidad que significa el conocerse a si mismo.
Usualmente los caminos y las corrientes de luz buscan conducirnos por un camino trazado por otros en pro de la construcción del hombre; algunos entienden el significado de la dualidad y otros muy superficialmente abordan el tema del caos y de la muerte, negándolo y llevándolo a un extremo romantizado y muy sesgado.
Desde luego, esto depende mucho de la visión y de la filosofía que se esté manejando, pero cuando es el individuo mismo quien ha decidido salir de ese camino asignado, es cuando ocurre el verdadero drama, el inicio de la verdadera obra.
Cuando hablamos de adentrarnos en la oscuridad, hablamos de adentrarnos en aquello que usualmente no conocemos de nosotros mismos, y que usualmente está lleno de todo aquello que desconocemos de nosotros, tanto de lo bueno como de lo malo. Estigmatizar nuestra propia oscuridad, es negar que esa parte de nosotros no sea, pues, de nosotros, y reprimirla puede ocasionar que el individuo busque, de forma sutil, sacarlo de su sistema y creando un conflicto que lo desequilibra y lo lleva a un extremo.
En esta oscuridad, se encuentran también los miedos, traumas, nuestros llamados “demonios internos” o “máscaras personales” que no son más que aspectos de nuestro otro Yo, de nuestra sombra y de nuestro verdadero Ego, quien se define como una parte oculta y hasta peligrosa cuando no la sabemos manejar.
La oscuridad se abraza, se penetra y se profundiza en ella porque al profundizar en ella profundizamos en nosotros mismos. Desde luego que esto puede ser (y usualmente es) algo desagradable y poco lindo porque evoca aquello que nosotros pensamos que no éramos o que no podíamos ser. Es peligroso, como lo es despertar una serpiente o despertar al dragón. Las personas poseemos una naturaleza instintiva, animal, es verdad, pero la forma de responder ante la presión, la soledad, el acorralamiento y estando a la defensiva, son propias y únicas de cada individuo, que bien solamente siguen siendo una parte de nosotros porque como un diamante en bruto o como un carbón aún sin ejercer presión, desconocemos todavía mucho de nuestro verdadero ser.
En los mitos, en las religiones y hasta en las órdenes esotéricas, hablamos de procesos y transiciones de la vida a la muerte y de la muerte a la vida, pero nunca se detienen a revisar tan minuciosamente qué es lo que esto simboliza, qué es lo que se está matando y cómo se está destruyendo.
Usualmente hablamos de un paso del sol por occidente, de pasar por la nígredo y escalar al albedo pero pocas veces nos detenemos a pensar: ¿qué estamos destruyendo? ¿Qué estamos desintegrando? ¿Qué estamos sacrificando?
Adentrarnos en la oscuridad es precisamente eso; es entender el dolor y el sufrimiento que nuestro propio Ser o alma se encuentran lidiando y reconocer esas fuerzas y esa debilidad que corroe nuestro haber y nuestro centro, porque así lo hermos permitido.
No es sencillo, desde luego, entender que hemos sido en mayor proporción responsables de nuestros problemas, de nuestra situación actual y de nuestra propia desdicha, y aunque en cierta medida nosotros no hemos elegido las condiciones en donde hemos nacido o en donde hemos llegado, una vez conscientes de eso comienza a ser abrasivo y muy incómodo, porque significa que lo hemos permitido y que nos hemos abandonado a la suerte por la suerte.
Esto nos causa ira, enojo, frustración, ansiedad, depresión, todos estos sentimientos que están brotando de nuestro ser se encuentran justamente atacando a la otra parte de nuestro ser, y terminamos recriminándonos, atacándonos y enojándonos con nosotros mismos, cuando lo que deberíamos hacer es entender que es parte del proceso del verdadero despertar.
No es sencillo, desde luego, porque entender que mi desdicha me la he buscado yo, que mi falta de dinero o empleo ha sido por mi falta de inteligencia o capacidad que yo mismo no he logrado generar, llega a ser molesto y tedioso pues cuando hacemos una retrospectiva, notamos que ya hemos logrado muchas cosas y que podemos lograr aún más.
Aunque, por otro lado, también podríamos hundirnos hasta el punto de perdernos entre ideas y pensamientos y no llegar a nada, y evadimos la responsabilidad de nuestra vida entre el alcohol, los vicios y las pasiones, justificándonos con nuestra propia insignificancia y quitándonos poder, valor y fuerza.
Y cuando te das cuenta de todo esto, comprendes que toda esa oscuridad, todo ese caos, toda esa insensatez nunca fueron los verdaderos enemigos y que los obstáculos uno mismo se los iba auto poniendo, porque las emociones como los pensamientos no son más que una respuesta a la perspectiva que tenemos sobre el mundo y sobre las cosas, pero más importante, sobre nosotros mismos.
Comprendiendo entonces, que abrazar la oscuridad y hundirse en esta no significa abandonarse a su suerte y dejar que sea lo que mi contexto haga de mi, es despertar esa luz interna que emana desde lo más profundo de nosotros. Porque entre más oscura sea la noche, más pronto amanecerá.
Por ello conviene no luchar contra nuestros demonios internos ni tampoco pelear contra otros, sino comprender el porqué de esos demonios y la razón de mi desequilibrio revelada por los otros. Si el infierno, como diría Sartré son los otros, las sombras de lo que ahí vemos no son más que meras proyecciones de partes de nuestro ser interior, y entre más conflictivo sea el mundo interno más lo veremos reflejado en el mundo externo.
Pero ojo, que no se tergiversen mis palabras, que con esto no quiero decir que no exista un mundo externo y mucho menos las acciones de otros no sean con dolo, sino que la diferencia principal en la forma en cómo reaccionamos a estas y cómo nos afectan siempre inician y terminan en nosotros, y si reflexionamos seria y profundamente sobre ello, encontraremos las respuestas ahí, donde la luz del sol no puede penetrar porque no le corresponde y su poder se limita sobre aquello que aún no hemos hecho consciente de nosotros, de una parte más de nuestro verdadero ser...
Y este, como el universo, es tan infinito que nunca nos dejamos de conocer. Y si creías que este camino, el del autoconocimiento y el de la iluminación es una vía recta y tiene un punto final, muy equivocado estás, porque así como te destruyes y te reiventas así es la vida y así lo es tu persona.
Que no te ciegue la luz ni la falsa dicotomía entre la luz y la oscuridad, que en perpetuo dinamismo siempre se encuentran. Y ser consumido por la oscuridad, significa entonces, dejar que todo aquello que desconocemos aparezca frente a nosotros y nos llene para que, desde el calor y la incomodidad, podamos pues entenderla y entendernos a nosotros. Despertar la energía destructiva y volverla constructiva. Es usar la fuerza penetrante y profunda del caos para re crearnos.
“Se paciente y fuerte; algún día este dolor te será útil...
Depresión Espiritual: La Noche Oscura del Alma
“La noche oscura del alma” es un término que se usa comúnmente para describir un período de transformación espiritual.
Durante este período oscuro, uno se siente deprimido, perdido y solo.
Todo parece sin sentido, vacío y vacío.
La vida no tiene sentido y ya nada tiene sentido.
Lo que antes había encontrado significativo se vuelve insignificante.
Te sientes muy confundido y quieres estar solo. Perdiste interés y energía en hacer cosas. Se siente como depresión porque comparte síntomas similares a los que tiene una persona deprimida.
Pero hay una diferencia entre los dos. Antes de continuar, tengamos una comprensión más profunda de qué es la Noche Oscura del Alma y en qué se diferencia de la depresión clínica.
¿Qué es la Noche Oscura del Alma?
El término “Noche oscura” se popularizó en el siglo XVI por San Juan de la Cruz, un monje español, en uno de sus poemas, “Noche Oscura”. El poema describe su viaje espiritual y las dificultades que enfrentó en su unión con Dios.
De alguna manera, a lo largo del camino, el término “Noche oscura del alma” se usa más ampliamente en lugar del término “Noche oscura”. Sin embargo, este término puede ser algo engañoso porque sugiere que nuestra alma está sufriendo.
Pero nuestra alma no se está muriendo. Lo que está muriendo es nuestro ego.
Nuestra alma está siempre llena de vitalidad, alegría, libertad y amor. Siempre se está expandiendo y conectado con el Poder Superior. Pero el problema es que la mayoría de nosotros no estamos en sintonía con nuestra alma. En cambio, actuamos desde el ego y, por lo tanto, sufrimos.
La Noche Oscura del Alma significa el comienzo de un cambio de perspectiva de nuestro ego a nuestra alma. Nos damos cuenta de que la perspectiva del ego ya no funciona para nosotros, pero aún no estamos conectados con nuestra alma. Así que estamos atrapados entre estos dos estados y no tenemos un sentido claro de identidad o un hogar estable en el que residir.
Según Eckhart Tolle, la “noche oscura del alma” es un término utilizado para describir el colapso de un significado percibido en la vida. Lo que muere, en esencia, es el sentido egoico del yo.
Anteriormente, cuando actuamos desde nuestro ego, derivamos nuestra identidad de nuestra carrera, nuestra riqueza, nuestras relaciones, nuestros roles, etc. Pero una vez que nos damos cuenta de que estas cosas en realidad no nos hacen felices, perdemos nuestro propósito de lograr o adquirirlos. El marco conceptual que una vez nos dio significados y nos mantuvo en la vida se derrumbó.
Por eso vivimos una crisis existencial y una pérdida de identidad. Ya no sabemos quiénes somos, qué queremos en la vida y qué hacer con nuestras vidas.
Síntomas de la noche oscura del alma
Cuando experimente una noche oscura y no conozca el término, “depresión” será una buena palabra para describir su experiencia a los demás, ya que los dos son bastante similares en términos de síntomas.
Estos son algunos de los síntomas compartidos que se pueden encontrar tanto en la noche oscura del alma como en la depresión:
Todo parece estallar.
Te sientes confundido, perdido, sin sentido, vacío y solo.
No te sientes satisfecho o feliz con las cosas que normalmente te hacen feliz.
La vida no tiene sentido ni propósito y tienes una crisis existencial.
No tienes ganas de hacer nada.
Pueden surgir emociones aleatorias. Es posible que llore incontrolablemente o sin ningún motivo, experimente ansiedad y ataques de pánico.
Pueden surgir recuerdos pasados y eventos de la infancia.
A veces, la gente incluso llamó a la Noche Oscura del Alma, una depresión espiritual.
¿Es la noche oscura del alma o la depresión?
La principal diferencia entre una depresión espiritual y una depresión psicológica es que no hay evolución o componente espiritual en esta última. Esto significa que cuando se recupera de la depresión psicológica, es posible que tenga una mente más sana, pero aún se identifica con su mente. Sigues pensando que eres tus pensamientos.
La noche oscura del alma resulta es un cambio total de identidad mientras que la depresión no.
Alguien que atraviesa la Noche Oscura del Alma ya no se identifica completamente con su ego. Experimentas una especie de muerte del ego y sabes que no eres tus pensamientos. Estás más conectado con tu alma, tienes un nuevo propósito en la vida y adquieres una identidad diferente. Hay algún tipo de transformación y despertar espiritual. Tu antigua personalidad se disuelve y te conviertes en una persona diferente.
La mejor manera de describir esto es usar la analogía de la oruga y la mariposa. Recuperarte de una depresión psicológica te convierte en una oruga más fuerte y saludable, pero al final, sigues siendo una oruga. No hay cambio de identidad. Por el contrario, una noche oscura del alma es como una oruga que se esconde en la oscuridad en su capullo y permite que se produzca la metamorfosis. La oruga tiene que digerirse a sí misma, descomponer sus células y reagruparlas antes de que salga como una mariposa.
Es solo a través de mi Noche Oscura que me despierto y me doy cuenta de que no soy lo que hago. Toda mi identidad cambió y me volví más en contacto con mi espíritu y mi propósito. Lo sorprendente es que anteriormente apenas leía libros sobre espiritualidad y no me interesaba el tema. Pero una vez que he tenido un cambio de identidad, de repente puedo entender todos los libros sobre espiritualidad con facilidad.
¿Qué hacer durante la noche oscura del alma?
1. Abrázala en lugar de resistirla.
Primero, debes darte cuenta de que la Noche Oscura del Alma no es algo que tengas que arreglar. Fijar es lo que la mente quiere y con lo que está familiarizada. Nuestra mente está enfocada en los problemas. A veces, nuestra mente crea un problema para que tenga algo que solucionar.
Sin embargo, la Noche Oscura del Alma es un proceso iniciado por el alma. El alma desea crecimiento y expansión. Te empuja hacia una dirección de amor, alegría y paz porque el alma sabe que estás listo para crecer.
Durante el proceso de la Noche Oscura, el alma aporta tanta energía al nuevo camino que ir en su contra o resistirlo es inútil. Simplemente está ralentizando su proceso de evolución espiritual. Por lo tanto, la mejor manera de lidiar con tu Noche Oscura es rendirte y seguir la guía de tu alma.
Cuando vas contra la corriente, sufres.
Cuando te dejas llevar, disfrutas del viaje.
Tu resistencia hace que el dolor emocional que experimentas sea más insoportable. Cuanto más te aferres a la identidad pasada y a las historias que tu ego ha creado para ti, más sufrirás. Por otro lado, si te dices a ti mismo que la Noche Oscura es una bendición y te trae un nuevo nivel de conciencia e iluminación, tu viaje será mucho más suave y fácil. También se completará más rápido que cuando se resista.
La primera vez que tuve mi Noche oscura, fueron dos meses de depresión. Hubo mucho llanto, ataques de pánico y resistencia. Ahora, cinco años después, estoy experimentando la Noche Oscura nuevamente. Esta vez erosionando mi identidad y el apego que se asocian con las personas y las relaciones.
Pero debido a que he pasado por eso una vez, sé que esto es para mi bien mayor y puedo apreciar la expansión que me está trayendo mi alma, así que no sufro mucho en absoluto. Ni siquiera se siente como una Noche Oscura la segunda vez cuando la abrazo y me rindo al proceso. Probablemente sea más apropiado llamarlo un “período de crecimiento”.
2. Permite que afloren las emociones intensas.
Cuando atravieses la Noche Oscura del Alma por primera vez, experimentarás muchas emociones intensas que previamente has reprimido o ignorado. Además de la falta de sentido, es posible que experimente sentimientos de soledad, tristeza, vergüenza, impotencia, inutilidad, ira, abandono, dolor, etc.
Se siente aterrador y miserable porque todo parece desmoronarse y sus emociones se salen de control. Pero si realmente comprendes la Noche Oscura del Alma, sabrás que este miedo proviene del ego. El ego está muriendo. Es perder el control y el poder de dictar la dirección. La estructura conceptual en la que se basa para sobrevivir se está derrumbando. Por supuesto, el ego entrará en pánico y se aferrará a todo lo que pueda captar.
Durante este período, es posible que desee culpar y resentir a otros por sus circunstancias, especialmente porque la noche oscura a menudo se desencadena por un cambio de eventos externos, como la pérdida de un ser querido, un accidente físico, una enfermedad repentina y la pérdida de un ser querido. trabajo o relación. Nuestro ego quiere evitar el dolor e intenta encontrar alivio culpando a los demás.
Pero cuando culpas, estás desviando tu dolor emocional hacia los demás.
No estás procesando la energía estancada en tu cuerpo.
Centrarse en los demás y en lo que han hecho no le ayuda a procesar sus emociones. Simplemente estás resistiendo la transformación y evitando el dolor que es necesario para tu crecimiento.
En lugar de concentrarse en las historias en su mente, desea concentrarse en su cuerpo y darle la bienvenida al dolor para moverse a través de su cuerpo. No juzgues las emociones ni a ti mismo por tener tales emociones. Dado que está procesando la pérdida de algo que alguna vez fue significativo, definitivamente habrá algunas emociones y dolor detrás de la pérdida.
Además, sepa que el dolor está listo para ser liberado. Por eso llamó su atención ahora. En realidad estás creciendo aunque parezca peor desde la perspectiva del ego.
3. Practica la soledad.
Las personas que están experimentando la Noche Oscura del Alma a menudo quieren estar solas y pierden interés en interactuar con los demás. Aunque contar con el apoyo de amigos, familiares y mentores puede ser excelente, estar solo suele ser más útil durante este período de tiempo.
Nuestra identidad anterior, la que construyó nuestro ego, es a menudo el resultado del condicionamiento social. La mayor parte de nuestras vidas se trata de ganar dinero, tener una carrera exitosa, encontrar la pareja perfecta, formar una familia, tener el cuerpo perfecto, etc. Son lo que la sociedad considera exitoso. Pero cuando estás atravesando una noche oscura, todas estas cosas materiales carecen de sentido y ya no te importan. Se supone que debes ser feliz cuando logras estas cosas, pero no lo eres.
Hay demasiado ruido de otras personas y de la sociedad que te influye y te dice quién debes ser y qué debes hacer. Aunque otros puedan tener buenas intenciones, es mejor estar solo cuando redefine su identidad para saber lo que quiere.
Practicar la soledad te ayuda a volcarte hacia adentro y a conectarte con el alma.
El condicionamiento social es lo que nos creó hasta este punto. De cara al futuro, debes dejar que tu alma te guíe hacia lo que es verdaderamente significativo para ti, quién quieres ser y lo que estás aquí para experimentar. Pero es solo cuando estás solo y no te afectan las opiniones de otras personas que puedes escuchar mejor a tu alma o al menos cuando estás comenzando.
Además, si tus amigos no tienen la misma experiencia espiritual que tú o no han pasado por una Noche oscura, es posible que no entiendan por lo que estás pasando. Solo se sentirá más desconectado, desesperado y frustrado cuando intente comunicarse con ellos. Por lo tanto, tomarse un tiempo a solas para meditar, escribir un diario, contemplar y hacer su trabajo interno podría ser una mejor opción.
Si realmente está luchando por su cuenta, siempre puede encontrar a alguien que haya experimentado la Noche Oscura del Alma antes o leer libros espirituales de autores como Eckhart Tolle que hayan pasado por esto.
4. Se paciente y confía en el proceso.
A la gente le gusta preguntar: “¿Cuánto dura la Noche oscura del alma?” Realmente depende del individuo. Podría llevar semanas, meses o incluso años. Algunas personas lo atraviesan más rápido que otras porque están muy en sintonía con su alma, mientras que otras pueden tardar mucho porque tienen mucho que dejar ir.
Como se mencionó anteriormente, también depende de cuánto permita. Todos los consejos anteriores tienen algo que ver con permitir, entregar y dejar que el alma se haga cargo. La clave para terminar más rápido con la Noche oscura del alma es la confianza.
Tu alma sabe exactamente cuándo se completará el proceso.
No hay mucho que hacer ni nada que puedas hacer para que el proceso sea más rápido de lo que el alma desea. Pero tenga paciencia y confíe en que el final llegará en el momento perfecto.
Uno no mejora gradualmente durante la Noche Oscura del Alma. No es un proceso lineal. Cuando sales de la Noche Oscura, se siente como una transformación repentina. Es como atravesar un túnel oscuro. La mayor parte de su viaje será oscuro. Es solo cuando llegas al final del túnel que de repente ves la luz brillando e iluminando tu vista.
Otra buena analogía para esto es el agua hirviendo. Cuando llegas al punto de ebullición, te transformas de agua en vapor en ese instante. Pero todo esto mientras te estás calentando y subiendo de temperatura, sigues siendo agua. Ese último aumento de grado marca la diferencia y permite que se produzca la transformación del agua en vapor. Así que confíe en el proceso y no interfiera con él. Permita que su alma le traiga conocimientos y un nuevo propósito a su vida.