Dice la abuela que las casas están vivas, tienen un espíritu; si el espíritu sufre, las casas sufren y por ende, quienes allí habiten, sentirán el mal, que puede manifestarse como pobreza, los problemas, el desamor, las pérdidas y las malas energías.
Las discusiones, son la maldad
Una pelea atraerá el mal
La casa llora llenándose de humedad y las cosas se irán a complicar.
Según la abuela, cuando se presentan situaciones criticas, la casa se infesta de energías negativas, las cuales actúan sobre sus moradores.
Es prudente mantener el diálogo, evitando los enfrentamientos.
Recuerde las señales que anuncian los momentos de caos.
Si hay humedad, la casa está llorando; se presentará escasez y enfermedad, continuamente en sus moradores.
La casa se debe reparar.
Si la madera cruje durante el día, simboliza una discusión o enfrentamiento familiar con grandes problemas.
Si los vidrios se rompen por el viento: llegarán avisos de abundancia y buenas energías; grandes cambios para quienes allí habitan, luego de momentos de dificultad.
Si las paredes se agrietan, una enfermedad sacudirá al dueño de la casa; posible accidente.
Si las cerraduras se dañan inesperadamente o se parten las llaves, los cambios inesperados llegarán a su vida; la familia crecerá, embarazos a corto plazo.
Una persona desconocida le brindará ayuda.
Si las plantas se marchitan y se amarillan las hojas, tenga cuidado: alguien desea hacerle daño mediante la magia.
Coloque las tijeras como protección.
Si en una casa desea que llegue la abundancia y el bienestar para todos, ponga en luna creciente, flores amarillas en los rincones, preferiblemente diente de león.
Si quiere que no haya discusiones, deje entre las puertas, astillas de canela, los días lunes en las horas de la noche.
Si desea que el amor se mantenga, tueste café y riéguelo en las esquinas de la sala.
Coloque un espejo grande a la entrada de su casa, de tal manera que quien llegue de visita, en el momento de abrir la puerta, lo primero que vea sea su propio reflejo.
Una planta de sábila colgada a la izquierda de la entrada de la casa, es la protección del hogar.
De igual manera, sirve para curar muchas enfermedades de la piel, pulmones, heridas, para restaurar el cabello.
La planta de sábila, recibe las malas influencias, deshojándose y sangrando.
Decore su hogar con colores vivos;
Las paredes blancas traen dolor.
Las verdes, ilusión.
Las rosadas, estímulo.
Las azules, hacen realidad la ilusión.
No tenga loza, ropa, camas, paredes o cosas que estén deterioradas, así como tampoco conserve en su hogar elementos de ruina, repuestos viejos, chatarra, etc.
Esto lo único que hace es atraer, por la ley de atracción de lo semejante, más ruina.
Si conserva restos humanos en su hogar: ¡CUIDADO!
Las casas son lugar de vivos, no de muertos. La ropa y demás objetos de las personas fallecidas, no deben estar en el hogar.
Dice la abuela, que se debe evitar llorar.
Si la casa recibe dolor, dolor dará; si hay alegría, abundancia llegará.
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