Con las relaciones entre humanos cada vez más difíciles debido a las prisas y las exigencias de la vida cotidiana y al ser cada vez más virtuales, es común ver personas más apegadas emocionalmente a sus mascotas que a los humanos. Esto se debe a que el animal termina convirtiéndose en el compañero de comidas, paseos, "conversaciones" difíciles cuando lo único que se necesita es un buen oyente, pero la gente se queda sin tiempo y es impaciente para escuchar. Muchos de estos animales también son los compañeros de cama. ¿Cuántos conoces hoy que duermen en el dormitorio e incluso en la cama con su dueño?
Con toda esta proximidad, las mascotas se convirtieron en una parte muy importante en la vida de estas personas y familias enteras, y hoy son considerados por muchos como miembros de estas, con nombre y apellido. Su partida, sin duda, es un golpe para quienes se han acercado al puro amor, alegría y compañerismo de un animal.
¿Por qué la muerte de una mascota duele lo mismo que la de un familiar?
Cuando muere nuestro perro o gato (o cualquier otra mascota que tengamos), nos sentimos tan vacíos como si hubiéramos perdido a un hijo, un hermano o un padre. Experimentamos un dolor inmenso que no se puede comparar con nada y que es difícil de explicar. En este artículo te contamos por qué duele tanto la muerte de una mascota como la de un familiar.
El dolor de la muerte de nuestra mascota
Quienes aman a los animales saben que no hay mayor dolor que perderlos. Los perros y gatos pasan muchos años a nuestro lado para que su muerte sea indolora para nosotros. El solo hecho de pensar que algún día morirán hace que te duela la garganta. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que tarde o temprano esto sucederá y que debemos estar preparados.
La conexión que experimentamos con las mascotas es tan grande que no podemos imaginar la vida sin ellas. Nada volverá a ser igual, porque tu amor y tu lealtad fueron como un bálsamo entre nuestros problemas.
Desafortunadamente, el ciclo de vida de estos animales de compañía es mucho más corto que el nuestro. Por tanto, es natural que seamos nosotros los que sufriremos por la muerte de nuestra mascota. Según los psicólogos, esto tiene un gran impacto emocional en las personas, al igual que cuando muere un miembro de nuestra familia. ¿Por qué? Porque el perro o el gato también forma parte de este núcleo íntimo.
Además, como indica un estudio de la Universidad de Hawái, el dolor que provoca la muerte de una mascota no solo es intenso y profundo, sino que también dura mucho tiempo. Una de cada tres personas consultadas dijo haber sufrido al menos seis meses después de la pérdida.
La muerte de una mascota, el fin de una relación más que especial
Los animales de compañía nos ofrecen su amor, apoyo y lealtad (en muchos casos, más de lo que obtenemos de otras personas). Debido a esto, cuando mueren, se pierden o son robados, experimentamos lo que los científicos llaman "el final de una relación especial".
A menudo, quienes no tienen perro o gato no comprenden el dolor de perder una mascota. Les resulta extraño que alguien llore despiadadamente por un animal, si lo que muere es un perro o un felino, desprecian los sentimientos.
A medida que cada vez más parejas y familias adoptan una mascota y la convierten en un miembro más de la casa, es común que los funerales y entierros se organicen como si se tratara de una sola persona. Incluso hay cementerios especiales para mascotas.
Cómo superar la muerte de una mascota
No importa si tus amigos o familiares no te entienden o dicen que estás exagerando porque te sientes triste por la muerte de una mascota. Si su perro o gato ha muerto, debe expresar su tristeza y enfrentar la pérdida. Tómate todo el tiempo que necesites para superar este horrible momento.
Si bien no tienes que derramar miles de lágrimas, no las reprimas. Alivia todo tu dolor llorando.
Uno no debe asumir la culpa de lo sucedido, ya que esta no es la mejor manera de encontrar alivio. Su mascota simplemente ha muerto y esa no es su responsabilidad. Es mejor para ti estar tranquilo contigo mismo y perdonarte.
Ten paciencia, ya que durante las primeras semanas te sentirás muy triste. Si no te apetece hablar de ello, no hables, si prefieres pasar el fin de semana en casa, hazlo. Pero ten en cuenta que, en algún momento, tendrás que volver a tu vida habitual.
Por último, recuerda a tu perro o gato jugando trucos y siendo feliz a tu lado. Trata de no guardar ningún elemento que haya utilizado, ya que esto le causará más dolor. Ciertamente, hay muchos animales sin hogar que necesitan comida, ropa de cama y juguetes. Y espera un tiempo prudente para traer otra mascota a casa. Una vez que sepa que no será un reemplazo, estará preparado para dar la oportunidad de que esta nueva vida entre en su hogar.
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