La paciencia סַבְלָנוּת (sablanut): Paciencia es: Capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse. La capacidad que posee un sujeto para tolerar, atravesar o soportar una determinada situación sin experimentar nerviosismo ni perder la calma. Capacidad de un ser humano que no puede ser comparada con la falta de compromiso frente a la vida y los obstáculos propios de la realidad humana. Un aspecto de la Emuná (fe) es sablanut (paciencia). Cuando las cosas no ocurren en la rapidez que queramos, Hashem nos quiere enseñar algo. La cualidad más importante que se necesita en el camino espiritual es la paciencia, la buena disposición para el sufrimiento, la confianza en el éxito. Tener paciencia significa estar dispuesto a pasar por todas las etapas que me esperan en el camino, de modo que ni mis sensaciones corporales actuales, ni mi razón puedan arrojarme fuera o establecer alguna verdad para mí.
Tehilim / Salmo 40:1 “Pacientemente espere a Adonay. Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor”.
Cuando todo va como queremos, es fácil mostrar paciencia. La verdadera prueba de la paciencia, viene cuando nuestros derechos son violados; cuando otro auto nos cierra el paso en el tráfico; cuando nos tratan injustamente; cuando nuestro compañero de trabajo se burla de nuestra fe, una vez más. Algunas personas piensan que tienen el derecho de enojarse ante las pruebas y aquello que les irrita. La impaciencia parece como una ira santa. Aunque la mayoría de la gente considera que la paciencia es una espera pasiva o una gentil tolerancia, casi todas las palabras traducidas como “paciencia” en el Brit Hadasha (N.T) son palabras dinámicas y activas. La paciencia es la perseverancia hacia una meta, perseverancia ante las pruebas, o una expectante espera por el cumplimiento de una promesa. Claramente, la paciencia no se desarrolla de la noche a la mañana. El poder del Eterno y la bondad son cruciales para el desarrollo de la paciencia.
Cada persona desde el rol que esté viviendo, puede darse cuenta que la paciencia es una herramienta fundamental para vivir la vida con más felicidad. Si eres hijo tendrás que tener paciencia para entender a tus padres, si eres esposo/a tendrás que ejercitarte en este aspecto para mantener el Shalom Bait (Armonía en el Hogar), si eres padre la paciencia será una de tus mejores amigas. En fin, como amigo, profesor, tía, abuelo, cliente... todos necesitamos de esta importante característica.
El confinamiento a raíz de la pasada pandemia puso a las familias en una situación excepcional, la de pasar las veinticuatro horas juntos, en casa. Una situación agobiante, pero, también, una oportunidad de pasar un difícil examen familiar en el que no hace falta sacar un sobresaliente: con un aprobado, basta.
Nunca niños y adultos habían pasado tan poco tiempo en casa. Sin embargo, un virus aún más frenético que nuestra sociedad nos obliga a parar en seco.
En esta situación excepcional, apelamos a la paciencia, a la fe, al respeto y a la solidaridad de cada uno de los integrantes de nuestra familia y de la sociedad.
La situación que estamos viviendo actualmente juega un papel importante en nuestra vida, sabemos que mantener la calma no es sencillo, sin embargo, darles apoyo a nuestros familiares y estar para nuestros hijos es una labor significativa durante este momento. La paciencia es la clave. La falta de paciencia hace que nos estresamos con facilidad y el poder de controlar se convierte en nuestra debilidad. “La paciencia es el camino a la comprensión, y la comprensión es la clave de un corazón feliz”. En la sociedad actual, donde la velocidad y la instantaneidad de la acción es la exigencia: hacerlo todo rápidamente, vivir más cosas al tiempo, no perderse de nada, ser el primero o ganar siempre, la paciencia, es una virtud poco valorada. Pero si hay algo que necesitamos en el mundo de hoy para criar los hijos, mantener una pareja, sacar adelante la familia o lidiar con el estrés de la vida cotidiana es paciencia.
Aprender a esperar en el mundo actual, en el que se promueve la inmediatez y los resultados rápidos, es todo un desafío. “No por madrugar amanece más temprano”, dice un viejo refrán que podemos recordar cuando nos falte la paciencia.
La Tefila (oración) es uno de nuestros aliados en este momento, nos mantiene en el momento presente sin pensar en la expectativa o pensamiento en el futuro, solo respirar, estar aquí y ahora, conectados con El Creador y su creación Si oramos constantemente nos convertimos en personas con paciencia.
Mishlei / Proverbios 13:20 “Caminando con sabiduría, ella nos hará sabios”.
Ef. 4:2 “Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor”.
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