¿Y si te dijéramos que tienes en tus propias manos el poder de sanar, transformar y enviar luz a cualquier parte del mundo? No es metáfora, es energía. Hay una práctica que ha ido ganando cada vez más seguidores entre quienes creen en la espiritualidad, la sanación energética y la conexión con la Divinidad: crear esferas de energía sanadora con las manos.
Pero... ¿de verdad funciona? ¿Puede una esfera imaginaria tener poder? Quédate hasta el final y lo descubrirás. Porque no se trata de magia, sino de conciencia. Y lo mejor: no necesitas nada más que tu intención.
Te invitamos a conocer más sobre meditación y limpieza de chakras en nuestro blog Mensaje Positivo.
¿Qué es una esfera de energía?
Una esfera de energía es una concentración energética que se forma a través de tus manos y tu intención. No se ve con los ojos, pero se siente. Se trata de un ejercicio espiritual en el que tú mismo eres el canal de la energía divina que fluye por el universo, la cual puedes moldear, programar y enviar con amor.
Estas esferas nacen desde los chakras secundarios de las manos, centros energéticos que, cuando se activan, permiten que la energía fluya como una corriente luminosa. Al formarla, puedes intencionarla con amor, sanación, protección o cualquier otro propósito positivo.
¿Por qué funciona esta práctica?
Todo en el universo es energía: las palabras, los pensamientos, las emociones, la luz… incluso el cuerpo humano. Cuando estamos en paz, relajados, en estado de meditación o de oración, esa energía se potencia. Es en ese estado cuando podemos canalizarla de forma más pura y amorosa.
Las manos, por su parte, son herramientas sagradas. Se usan para bendecir, sanar, proteger. Por eso, los chakras de las manos son tan poderosos: pueden recibir y también emitir energía.
Preparación: El estado interior es la clave
Antes de comenzar, es muy importante preparar tu estado emocional y espiritual. Este paso es incluso más importante que la técnica. ¿Por qué? Porque la energía que vas a proyectar es la misma que está dentro de ti. Si estás estresado, enojado o disperso, esa energía no será pura ni útil.
Requisitos previos:
- Busca un lugar donde puedas estar en silencio y sin interrupciones.
- No lleves metales en tu cuerpo (anillos, cadenas, relojes).
- Siéntate o párate de forma cómoda.
- Cierra los ojos y respira profundamente.
- Relaja tus pensamientos. Siente que estás en conexión con algo mayor que tú.
- Cree. Confía. La fe mueve montañas… y también energía.
Paso a paso para crear tu esfera de energía sanadora
Paso 1: Activa los chakras de tus manos
Aplaude suavemente 7 veces seguidas. Esto activa los centros energéticos en tus palmas.
Luego, frota las manos palma contra palma de forma circular, como si las calentaras, también unas 7 veces.
Detente. Ahora separa lentamente tus manos unos centímetros. Empieza a sentir un cosquilleo, una resistencia invisible entre ellas. Eso es energía.
Paso 2: Forma tu esfera
Con las manos en posición cóncava (como si abrazaras una pelota), comienza a moverlas suavemente hacia adentro y hacia afuera.
Imagina que entre tus palmas hay una esfera de luz que comienza a tomar forma.
Visualiza de qué color será tu esfera. Cada color tiene una frecuencia distinta:
Color | Propósito espiritual |
---|---|
🔴 Rojo | Vitalidad, fuerza, seguridad |
🟠 Naranja | Creatividad, alegría, emociones |
🟡 Amarillo | Confianza, poder personal, claridad |
🟢 Verde | Sanación, amor, equilibrio |
🔵 Azul | Comunicación, paz, serenidad |
🟣 Violeta | Transmutación, conexión espiritual |
⚪ Blanco | Pureza, protección, luz divina |
Siente ese color expandirse en tus manos.
Paso 3: Respira el color, vibra con su intención
Respira profundo y siente cómo ese color entra por tu nariz, baja por tu pecho y se instala en tu alma.
Visualízate bañado por ese color, vibrando en la misma frecuencia.
Deja que el poder de ese color te llene de la emoción correspondiente: amor, paz, alegría, fe…
Paso 4: Programa tu esfera
Ya tienes tu esfera. Ahora viene lo más importante: darle una misión. Las esferas son como cartas energéticas que puedes enviar por el universo. ¿Qué deseas que haga esta esfera?
Puedes enviarla a un familiar que está enfermo.
Puedes pedirle que envuelva tu hogar en protección.
Puedes enviarla a un lugar del planeta que necesita paz.
Puedes enviarla a ti mismo, a tu niño interior, a tu yo del pasado que necesita consuelo.
Para programarla:
Dilo en voz alta o en tu mente: “Esta esfera viaja hacia [nombre o lugar] para brindar [intención]”.
Visualízala alejándose de ti como una luz que vuela en el cielo.
Agradece. Siente que ya fue recibida. La energía viaja más rápido que el pensamiento.
Consejos finales para trabajar con esferas de energía
Al principio cuesta. No te frustres si no sientes nada. Sigue practicando.
La fe y la intención lo son todo. No importa la técnica perfecta.
Es mejor hacer una esfera con amor genuino que muchas por rutina.
Puedes hacerlas cada día o solo cuando lo necesites.
Al terminar, bendice tus manos y da gracias al Creador.
¿Y qué dice la fe sobre esto?
Aunque esta práctica no pertenece a una religión concreta, muchas tradiciones espirituales hablan del poder sanador de las manos. Jesús imponía las manos para curar. Los santos tocaban para bendecir. Los ángeles son descritos como seres de luz que irradian energía.
Crear esferas de energía no contradice la fe; la complementa desde la vivencia personal. Es una forma de oración activa, de servicio invisible, de conexión con lo divino. Si haces esta práctica con humildad, amor y entrega, te será útil a ti… y a quienes reciban tu luz.
Conclusión: Tú eres canal de luz, úsalo con amor
Crear esferas de energía con las manos es más que una técnica: es un acto de fe. Es recordar que somos más que cuerpo, que la energía sigue a la intención, y que cada uno de nosotros puede ser canal de amor para otros.
No necesitas ser maestro, ni gurú, ni tener dones especiales. Solo necesitas un momento de calma, tus manos, tu corazón limpio… y el deseo genuino de ayudar.
Porque en este mundo que tanto necesita luz, tu pequeña esfera puede hacer una gran diferencia.
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