Un hermoso texto que encontramos en Facebook titulado "Carta a mi niña que está sanando" y queremos compartirlo con ustedes en nuestro blog Mensaje Positivo.
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Carta a mi niña que está sanando
Mi amada niña cristal,
divina esencia,
gracias eternas
por elegir llegar a estar tierra,
y al encontrarte con tanto sufrimiento, no desistir,
gracias por esa fortaleza
disfrazada de vulnerabilidad,
inocencia e ingenuidad,
gracias genuino corazón,
que siempre estuvo (y está)
pulsando y latiendo
con fe y esperanza
de que existiría un mañana mejor.
Mi niña altamente sensible,
que buscaste amor
y no encontraste más que dolor,
aquí y ahora, y para siempre,
te doy todo el amor que mereces.
He reemplazado los golpes y los gritos, por suaves caricias y dulces palabras de amor, para ti.
Oh niña que te has sentido víctima..
que te has sentido rechazada y excluida por tanto tiempo,
te comprendo
y abrazo inmensamente,
acunandote en mis brazos
te de-muestro que SI existe la bondad, más allá de la maldad.
Aquí estoy, reAprendiendo, disolviendo todo miedo
con la gracia divina,
y la alegría del existir,
para que amemos en libertad.
Mi niña maltratada, abusada,
te tomo de la mano con fuerza amorosa y te repito,
que aquí estoy para de-mostrarte
que existe el amor capaz de hacer alquimia, mas allá del deseo egoísta,
un amor que sana y reconstruye.
Aqui estoy como mujer recordando mi medicina, curando las heridas con mucha pazciencia y delicadeza,
para que abras tus alas de hadita, y vueles
en libertad.
Amada niña,
aquí y ahora, y para siempre,
serás amada.
Gracias por tu valentía de creSer confiando, siempre confiando, que amando crecería sin fin ese inmenso corazón.
Aquí y ahora te abrazo
y crezco,
florezco con mucho amor.
Pues del dolor aprendí
y me fortalecí.
Hoy te digo, hoy me digo
no es en vano todo lo que vivimos, todo lo sentimos,
porque gracias a ese incomprensible sufrimiento,
hoy desde la comprensión estoy reencarnando a mi mujer sabia, recordando mi sagrado ser.
Por ti, por mi, por ellos, por ellas, por mis antepasados y los que vendrán
Elijo hacerme cargo y responsable, con la fuerza del perdón.
Perdono todo daño de mi niña lastimada, comprendiendo, que no hay víctimas,
no hay culpables.
Hoy con amor suelto aquellas historias que nos contamos,
y renazco
con la fuerza del perdón.
Hoy soy mi propia madre,
hoy soy mi propio padre,
les libero de la culpa comprendiendo que hicieron lo mejor que pudieron.
Tomo a mi niña, la integro y le muestro el camino, en Amor, siempre en Amor.
Bienvenida a casa
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