"Estamos en la edad perfecta para quedarnos con la culpa, no con las ganas" es una frase que invita a reflexionar sobre la importancia de vivir con pasión y sin arrepentimientos. Nos recuerda que en esta etapa de la vida, cuando aún tenemos energía y capacidad para perseguir nuestros sueños, es crucial no dejarnos vencer por la indecisión o el miedo al fracaso.
En la juventud, a menudo nos enfrentamos a decisiones trascendentales que pueden moldear nuestro futuro. Es común experimentar dudas y culparse por elecciones pasadas. Sin embargo, esta frase nos insta a dejar atrás el peso de la culpa y en cambio, abrazar la vida con entusiasmo y determinación. En lugar de lamentarnos por lo que no hicimos o dejamos de hacer, debemos enfocarnos en aprovechar las oportunidades presentes y futuras.
Con esta idea en mente, aquí está una poesía inspirada en esa frase:
Estamos en la edad perfecta para quedarnos con la culpa, no con las ganas
En la edad perfecta nos encontramos,
donde el destino aún está por escribir,
donde la pasión y los sueños se desatan,
sin permitir que la culpa nos haga desistir.
La vida se extiende ante nuestros pies,
con anhelos en los ojos y corazón en llamas,
no nos detendremos por el peso del ayer,
porque en nuestras manos están las cartas.
La culpa susurra, intenta arrastrarnos,
pero nuestras ganas se elevan en vuelo,
despertamos la valentía que llevamos dentro,
y seguimos adelante, sin mirar atrás, sin duelo.
Abrazamos las experiencias con audacia,
sin miedo a los errores o las caídas,
porque es mejor lamentar lo que se ha intentado,
que quedarnos con el arrepentimiento en la vida.
En esta edad perfecta, creamos el presente,
forjamos los cimientos de nuestro destino,
con cada paso, cada elección consciente,
nos liberamos de la culpa y sus dominios.
Así que dejemos que las ganas nos guíen,
conquistemos el mundo con alma y coraje,
en la edad perfecta, nuestra llama no se extingue,
vivamos intensamente, sin culpas, en el viaje.
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