El propósito de tu vida consiste en los objetivos motivadores centrales de tu vida: las razones por las que te levantas por la mañana.
El propósito puede guiar las decisiones de la vida, influir en el comportamiento, dar forma a las metas, ofrecer un sentido de dirección y crear significado. Para algunas personas, el propósito está relacionado con la vocación: un trabajo significativo y satisfactorio. Para otros, su propósito radica en sus responsabilidades con su familia o amigos. Otros buscan significado a través de la espiritualidad o las creencias religiosas. Algunas personas pueden encontrar su propósito claramente expresado en todos estos aspectos de la vida.
El propósito será único para todos; lo que identificas como tu camino puede ser diferente de los demás. Es más, su propósito en realidad puede cambiar y cambiar a lo largo de la vida en respuesta a las prioridades en evolución y las fluctuaciones de sus propias experiencias.
Las preguntas que pueden surgir cuando reflexionas sobre el propósito de tu vida son:
- ¿Quién soy?
- ¿Dónde pertenezco?
- ¿Cuándo me siento realizado?
Cada uno de nosotros tiene un propósito único.
Tu propósito de vida es tu contribución
Algunas personas dudan en perseguir su propósito de vida porque les preocupa que suene como una búsqueda egoísta. Sin embargo, el verdadero propósito es reconocer tus propios dones y usarlos para contribuir al mundo, ya sea que esos dones estén tocando música hermosa para que otros la disfruten, ayudando a amigos a resolver problemas o simplemente trayendo más alegría a las vidas de quienes te rodean.
Richard Leider, un entrenador de nivel nacional y experto en propósitos, dice que “un propósito genuino apunta al final de una relación con la vida ensimismada y egoísta”. Cuando tu propósito auténtico se vuelva claro, podrás compartirlo con el mundo entero.
Para él, la ecuación para el propósito de la vida es D + P + V = P.
(dones + pasiones + valores = propósito)
Cómo evoluciona el propósito de vida
Las preguntas sobre el propósito de la vida pueden surgir en cualquier momento de la vida, pero puede notar que son especialmente frecuentes durante los momentos de transición o crisis, por ejemplo, un cambio de carrera o educativo, una pérdida personal o una mudanza de larga distancia.
Nuestra vida puede verse como un nautilus que agrega nuevas cámaras a su caparazón a medida que crece y necesita más espacio. Del mismo modo, a medida que las personas pasan a una fase diferente de la vida, sus antiguas cámaras pueden sentirse abarrotadas. Comienzan a preguntarse qué pueden hacer para expandir su espacio.
Moverse a nuevas cámaras abre el camino para que surjan nuevas posibilidades, lo que permite que evolucione nuestro propósito de vida. Pero esto también puede provocar transiciones físicas, mentales, emocionales y espirituales e incluso, a veces, un período caótico cuando empezamos a hacer nuevas preguntas.
Este es el secreto para una vida plenamente viva: replantear nuestras preguntas de vida una y otra vez.
Mientras lo hacemos, en diferentes etapas de nuestras vidas, encontramos diferentes preguntas y diferentes posibilidades.
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