En el año 2018, durante una visita a la parroquia de San Pablo de la Cruz en las afueras de Roma, el Papa Francisco vivió un momento que conmovió a todos los presentes. Un niño llamado Emanuele se acercó al pontífice con lágrimas en los ojos y le confió una pregunta que lo atormentaba: "Mi papá era ateo y murió, ¿está en el cielo?".
Esta pregunta, cargada de inocencia y dolor, llevó al Papa Francisco a compartir una reflexión profunda sobre la misericordia de Dios y el destino de quienes, aunque no profesan una fe, viven con bondad y amor. Veamos este gran momento de una de las mejores frases del Papa Francisco.
Video: ¿Un ateo puede estar en el cielo? La conmovedora historia de un niño y la respuesta del Papa Francisco
La duda de Emanuele: Un padre ateo y su destino eterno
Emanuele le contó al Papa que su padre, aunque no era creyente, había tomado la decisión de bautizar a sus cuatro hijos. Este acto, aparentemente pequeño, reflejaba la bondad y el amor de un hombre que, a pesar de no compartir la fe, quería lo mejor para sus hijos.
El niño, con el corazón roto, solo quería saber si su papá, a quien describió como un hombre bueno, había encontrado un lugar en el cielo.
La respuesta del Papa Francisco: Un mensaje de esperanza y amor divino
El Papa Francisco, con su característica sensibilidad, no dudó en responder a Emanuele con palabras llenas de consuelo y sabiduría. "Quien dice quién va al cielo es Dios", afirmó el pontífice, recordando que la misericordia divina es infinita y que Dios no abandona a sus hijos, especialmente cuando han vivido con bondad.
El Papa destacó que el hecho de que el padre de Emanuele, siendo ateo, hubiera bautizado a sus hijos, era un acto que seguramente agradó a Dios. "Es más fácil que, siendo creyente, se bautice a los hijos que, siendo no creyente, bautizarlos. Y seguramente esto a Dios le ha gustado mucho", explicó.
Además, Francisco animó al niño a mantener viva la conexión con su padre a través de la oración: "Habla con tu papá, reza a tu papá".
Reflexión final: La bondad y la misericordia de Dios
Esta historia nos invita a reflexionar sobre la infinita misericordia de Dios y cómo Él ve más allá de las etiquetas humanas. No se trata solo de creencias, sino de las acciones y el amor que mostramos hacia los demás.
El Papa Francisco nos recuerda que Dios no juzga solo por la fe declarada, sino por la bondad del corazón. "¿Dios abandona a sus hijos cuando son buenos?", preguntó el pontífice a los presentes, y la respuesta fue unánime: "No".
Conclusión
La historia de Emanuele y su padre nos deja una enseñanza poderosa: el amor y la bondad son universales, y Dios, en su infinita misericordia, siempre está dispuesto a acoger a quienes han vivido con integridad y amor.
Si alguna vez te has preguntado sobre el destino de un ser querido que no compartía tu fe, recuerda las palabras del Papa Francisco: "Dios seguramente estaba orgulloso de tu papá".