Hace muchos años Zeus y Hermes decidieron dejar de ser dioses por un día y adoptar la figura humana para poner a prueba la bondad de los hombres.
Convertidos en forasteros, llamaron a mil puertas pidiendo una cama en la que pasar la noche... pero ni una fue abierta, hasta que dieron con una diminuta cabaña con techo de paja. En ella vivían los ancianos Filemón y Baucis, un matrimonio muy pobre que llevaba toda la vida juntos en su humilde choza.
Al acercarse Zeus y Hermes, rápidamente el anciano les ofreció asiento y su mujer los cubrió con gruesas telas.
Una vez llegada la cena, el anciano observó que, a pesar de que se llenaban una y otra vez los vasos, la jarra de vino nunca se vaciaba, y comprendió que a quienes albergaban no eran simples forasteros.
Con vergüenza, Filemon y Baucis rogaron a sus huéspedes compasión por la humilde manera con la que les habían acogido, y para su sorpresa escucharon de los sonrientes labios de Zeus lo siguiente: —Decidme, ¿cuál es vuestro mayor deseo?
Filemón, temeroso y con voz temblorosa respondió:
— Quisiéramos vivir para siempre en el amor, y guardar de este bello sentimiento en la humanidad como antes guardábamos de nosotros. Y que los dos nos despidamos de este mundo el mismo día y a la misma hora; de este modo nunca tendremos que vivir el uno sin el otro.
Y así fue que un día, Baucis vio a Filemón y Filemón a Baucis transformarse en verde follaje y en torno a sus rostros levantarse frondosas copas que lograban alcanzar las nubes 🌳☁️.
Y así terminó la pareja, él convertido en roble y ella en tilo, inseparables y felices para siempre como lo fueron en vida, bailando al ritmo del viento y agradeciendo cada día por su eterno amor.
Convertidos en forasteros, llamaron a mil puertas pidiendo una cama en la que pasar la noche... pero ni una fue abierta, hasta que dieron con una diminuta cabaña con techo de paja. En ella vivían los ancianos Filemón y Baucis, un matrimonio muy pobre que llevaba toda la vida juntos en su humilde choza.
Al acercarse Zeus y Hermes, rápidamente el anciano les ofreció asiento y su mujer los cubrió con gruesas telas.
Una vez llegada la cena, el anciano observó que, a pesar de que se llenaban una y otra vez los vasos, la jarra de vino nunca se vaciaba, y comprendió que a quienes albergaban no eran simples forasteros.
Con vergüenza, Filemon y Baucis rogaron a sus huéspedes compasión por la humilde manera con la que les habían acogido, y para su sorpresa escucharon de los sonrientes labios de Zeus lo siguiente: —Decidme, ¿cuál es vuestro mayor deseo?
Filemón, temeroso y con voz temblorosa respondió:
— Quisiéramos vivir para siempre en el amor, y guardar de este bello sentimiento en la humanidad como antes guardábamos de nosotros. Y que los dos nos despidamos de este mundo el mismo día y a la misma hora; de este modo nunca tendremos que vivir el uno sin el otro.
Y así fue que un día, Baucis vio a Filemón y Filemón a Baucis transformarse en verde follaje y en torno a sus rostros levantarse frondosas copas que lograban alcanzar las nubes 🌳☁️.
Y así terminó la pareja, él convertido en roble y ella en tilo, inseparables y felices para siempre como lo fueron en vida, bailando al ritmo del viento y agradeciendo cada día por su eterno amor.