A los 65 años Mercedes terminó la secundaria.
Mientras ella caminaba por el pasillo de la escuela una compañera se acercó y le dijo:
-¡Felicidades! Ahora ya puede descansar tranquila.
-Si pero solamente hasta Marzo, después empiezo la facultad.
Respondió la señora.
A los 30 Estela volvió a la casa de sus viejos después de haberse ido a vivir con su pareja por siete años, apoyó su bolso en el piso y se largó a llorar.
Su padre le abrió la puerta y le dijo:
-Yo sé que volver a vivir conmigo es un martirio pero no es para que llores de esa forma.
-Prometo ser más atento y eructar menos.
Ella comenzó a reirse y se dieron un fuerte abrazo.
A los 22 Luciano se quedó sin trabajo, estaba lleno de deudas y si no pagaba los meses que debía de alquiler se iba a quedar en la calle.
Entró al baño, se lavó la cara y recordó de un texto que leyó una vez por ahí que decía lo siguiente: "Con la panza llena se piensa mejor."
Se puso a cocinar y como el resultado fue mejor de lo esperado decidió sacarle una foto a ese delicioso plato para luego subirla a Facebook.
A los poco minutos recibió un mensaje privado..
-Tiene una re pinta eso.
-¿Haces comida para vender? Soy de la zona.
Se quedó pensando unos segundos y contestó: Si, pasame tu número y arreglamos mejor por ahí.
Cuando el cielo desaparece,
cuando las estrellas se apagan,
cuando los mares dejan de olear,
cuando el agua ya no moja,
cuando la tierra deja de tener olor,
cuando la luna y el sol no quieren salir
da la sensación de que todo llegó a su final.
Acepta tus sombras, entierra tus miedos, libérate, ponte tu mejor traje o incluso quédate así en pantalón corto y ojotas pero nunca te rindas.
¿Cuántas veces debemos volver a empezar?
Todas las veces que sean necesarias!!!
Copia y pega en tu muro si te gustó este mensaje positivo "No importa la edad"!
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